Estratégicamente ubicado en Centroamérica, con costas en el Océano Atlántico y en el Océano Pacífico y una extraordinaria riqueza en biodiversidad, el país cuenta con importantes activos para sus perspectivas de desarrollo. Con sus fuertes instituciones democráticas y sus esfuerzos por alcanzar un desarrollo sostenible e inclusivo, el país representa una historia exitosa.

Costa Rica ha sido bendecida con una belleza escénica impresionante. Situada en Centroamérica en una zona que cubre tan solo 51.100 kilómetros (19.729 millas cuadradas), Costa Rica posee aproximadamente el 6% de la biodiversidad del mundo. El pequeño tamaño de Costa Rica permite el acceso a una gran variedad de sitios fabulosos en un corto tiempo. Un viaje a Costa Rica ofrece la oportunidad de visitar 12 diferentes zonas de vida, 20 parques nacionales, 26 áreas protegidas, 9 reservas forestales, 8 reservas biológicas y 7 santuarios de vida silvestre. Costa Rica es el lugar de nacimiento del ecoturismo. El país es citado a menudo como modelo para la conservación en armonía con el desarrollo comunitario y el  crecimiento económico.

Costa Rica abolió sus fuerzas militares el 1 de diciembre de 1948 y desde entonces ha dedicado importantes recursos a la inversión en salud y educación. Su población de 4.9 millones de personas disfruta de una tasa de alfabetización del 96% y una esperanza de vida de 79,3 años.

En 1502, en su cuarto y último viaje al Nuevo Mundo, Cristóbal Colón fue el primer europeo en tocar el territorio de la actual Costa Rica. Sin embargo, la colonización de Costa Rica se inició en 1522. Los españoles fueron optimistas al dar nombre al país, pues esperaban encontrar oro y otros minerales valiosos. Sin embargo, al no hallarlos, tuvieron que dedicarse a la agricultura.

Durante casi tres siglos, España administró la región como parte de la Capitanía General de Guatemala a través de un gobernador militar. La relativa pobreza de los pequeños propietarios, la falta de mano de obra indígena, la homogeneidad étnica y lingüística de la población y el aislamiento de Costa Rica de los centros coloniales españoles en México y los Andes, contribuyeron al desarrollo de una sociedad agraria autónoma e individualista y al surgimiento de una tradición de equidad.

Durante la época de la colonia, las actividades culturales de Costa Rica se vieron dirigidas por la Iglesia Católica. Después de la independencia, al desarrollarse el comercio cafetalero, el país tendrá contacto con otras naciones, lo cual en conjunto con la inmigración europea hacia el país permitirá la afluencia de nuevas corrientes de pensamiento y expresiones culturales. Esto ocurre especialmente después de 1890, cuando regresan al país los primeros costarricenses graduados en el exterior que contribuyen a propagar las nuevas corrientes que se desarrollan en Europa. Aparece así un nuevo proceso cultural que comienza a manifestarse en la pintura, la escultura y la literatura.

En 1821, Costa Rica se unió a las otras provincias centroamericanas en una declaración conjunta de independencia de España.

La República de Costa Rica es ahora una de las democracias más antiguas de América. Es un país orgulloso de su herencia y tradición de negociación sobre enfrentamiento,  desarrollo social sobre gasto militar y tolerancia sobre hostilidad. El país es sede de muchas organizaciones internacionales entre las cuales podemos citar: la Corte Interamericana de Derechos Humanos, el Instituto Latinoamericano de Naciones Unidas para la Prevención del Delito y el Tratamiento del Delincuente, la Universidad para la Paz de las Naciones Unidas y el Consejo de la Tierra.

Costa Rica presenta hoy un mosaico étnico y cultural como producto de una fuerte influencia de diversas mezclas de grupos, costumbres y tradiciones, mediante las cuales se integran la cultura española, fomentada por los colonizadores; las indígenas mesoamericanas y caribeña, propias de su ubicación geográfica; la africana, traída por los esclavos y por los trabajadores jamaiquinos atraídos por el trabajo en la construcción del ferrocarril y en las plantaciones bananera, las autóctonas, de la pampa guanacasteca y la típica de los campesinos agricultores de la meseta central.

Paz, desarme y desarrollo humano

El Título I de la  Constitución de 1949 proscribe el ejército como institución permanente. A partir de entonces, y hasta el día de hoy, la ausencia de fuerzas armadas se ha convertido en un rasgo que ha definido la singularidad de Costa Rica, no solo en América Latina, sino también en el mundo. Para los costarricenses, se convirtió en un asunto de honor y una política incuestionable e irreversible. Desde este momento, los únicos instrumentos disponibles para proteger la soberanía han sido la diplomacia y la participación activa en el sistema internacional. Una segunda consecuencia de esta decisión es que hizo que la promoción de la paz, el desarme y la resolución negociada de los conflictos, sean los pilares de la política exterior de Costa Rica.

El país ha sido una democracia muy estable, sin ninguna interrupción desde 1948. Consecuentemente, Costa Rica lidera los rankings de apoyo y satisfacción con la democracia en América Latina. Asimismo, el compromiso de Costa Rica con los derechos humanos es fundamental para la identidad nacional y es globalmente reconocido. Fue gracias a una propuesta de Costa Rica que las Naciones Unidas finalmente aprobaron la creación del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos. Costa Rica también fue un actor fundamental en la adopción de la Carta Interamericana de Derechos Humanos llamada “Pacto de San José”.  Aún más, en la capital del país se ubican la Corte Interamericana de Derechos Humanos y la Universidad para la Paz de Naciones Unidas, entre otras instituciones similares.

Debido al compromiso de Costa Rica con la inclusión social y el fortalecimiento del desarrollo humano, este es considerado uno de los países con el mejor desempeño en esa área. El país empezó en 1870, al establecer la educación libre y obligatoria, lo cual le ha permitido tener uno de los mejores sistemas educativos en el mundo y una fuerza de trabajo altamente calificada. Las grandes inversiones en salud pública que se han venido realizando desde 1940 han permitido que Costa Rica tenga algunos de los mejores indicadores en salud del mundo en desarrollo, a la par de aquellos de las naciones industrializadas. El país sigue siendo un ejemplo de cómo las decisiones políticas en lugar de la riqueza absoluta, pueden determinar el desempeño en desarrollo humano de un país.