Les invitamos a leer una entrevista realizada a dos estudiantes y una profesora del Instituto Tecnológico de Costa Rica (ITCR), quienes se encuentran efectuando un intercambio en la Università di Bologna (UNIBO), en el marco de un convenio de cooperación entre ambas instituciones.
Se trata de la Ing. Laura Brenes Peralta, originaria de San José y Profesora Asociada de la Escuela de Agronegocios; y de los estudiantes José María Alvarado Vargas, oriundo de Cartago, quien realiza un estudio sobre los residuos de café para la recuperación de biocompuestos; y Francela Fernández Vargas, vecina de San Ramón, quien elabora una propuesta para construir una planta de fertilizantes que aproveche los subproductos de la pulpa del café.
De izquierda a derecha: Prof. Laura Brenes P. y estudiantes José María Alvarado V. y Francela Fernández V.
Profesora Laura Brenes Peralta:
¿Cuáles son, en su opinión, los mayores beneficios del convenio entre el TEC y la UNIBO?
Este Convenio data del 2017 y ha sido recientemente renovado por cinco años más, gracias a los resultados positivos que hemos percibido ambas partes. Particularmente, convergen en el Convenio la Escuela de Agronegocios del TEC (aunque está abierto a todos los departamentos de nuestra institución) y el Departamento de Ciencias y Tecnologías Agroalimentarias-DISTAL de UNIBO. Entre los principales beneficios, hemos percibido el intercambio de experiencias, conocimiento y métodos aplicados a nuestra área de acción, la visualización de diversos estilos y técnicas de investigación y enseñanza-aprendizaje, y la sensibilización cultural entre ambas instituciones y participantes. Por un lado, los estudiantes se han visto expuestos a tecnologías, sistemas productivos y entornos distintos, y los docentes hemos logrado actualizarnos y avanzar en nuestra formación profesional. En conjunto, creemos que como Escuela hemos ampliado nuestra visión gracias a la internacionalización, y hemos aprendido a valorar y fortalecer el rol que como costarricenses tenemos que aportar al país y a los sistemas agroalimentarios globalmente. Un área puntual que se ha visto beneficiada es el trabajo en pérdida y desperdicio de alimentos. Si bien a nivel latinoamericano nuestro país es uno de los más activos en la temática de pérdida y desperdicio de alimentos, encontrar formas de compartir experiencias con UNIBO y lo que representa Italia en esta materia, es una gran oportunidad.
¿Nos podría compartir sobre el trabajo que usted ha venido realizando en el marco de este convenio?
Principalmente, he apoyado en la coordinación de Seminarios conjuntos, visitas técnicas, y he colaborado junto a la Dirección de nuestra Escuela, autoridades institucionales y nuestra contraparte, varias pasantías de estudiantes TEC en UNIBO y viceversa. Hemos consolidado una importante área de investigación para nuestra Escuela dedicada a la gestión ambiental en los agronegocios. Actualmente realizamos estudios entre ambas universidades aplicando el Pensamiento de Ciclo de Vida de manera innovadora en los procesos de toma de decisión y política, de cara a una producción sostenible agroalimentaria. Ejemplo de esto ha sido el trabajo en agrocadenas como la de café, leche, vegetales, piña, la producción de fibras naturales y la gestión del desperdicio alimentario, entre otros.
Según usted, en el futuro, ¿cuáles pueden ser otros proyectos y oportunidades que impulsar a partir del convenio entre ambas universidades?
Un ejemplo puntual que inició este octubre es el proyecto internacional LatinLAB, con el fin de crear laboratorios virtuales y propuestas innovadoras para atender la problemática de la pérdida y el desperdicio de alimentos. Producto de la vinculación TEC-UNIBO, con esta actividad estamos empezando a intercambiar también con organizaciones de República Dominicana y Argentina; por lo que dicho en otras palabras: la colaboración e internacionalización siguen creciendo. Dentro de las oportunidades que están surgiendo y estamos deseosos que se mantengan a futuro está aumentar los proyectos de cooperación, las tesis y trabajos de graduación para estudiantes, las pasantías estudiantiles y docentes de ambas universidades vinculados a actores productivos, y la participación en publicaciones internacionales.
¿Cuáles considera que son los principales aportes de Costa Rica y sus profesionales en estas asociaciones entre las universidades de ambos países?
Creo que Costa Rica genera importantes aportes en estos procesos de colaboración interuniversitaria. Por un lado, tiene profesionales de alta calidad que siguen deseosos de ampliar su visión y mantenerse actualizados, lo cual permite que compartan experiencias de gran valor tanto a nivel de docencia, investigación y particularmente extensión. Adicionalmente, el país como tal representa para miembros de universidades tanto nacionales como extranjeras, la posibilidad de acceder a un valioso conjunto de sistemas que hoy día son ejemplo de producción sostenible reconocidos globalmente, lo que resulta también atractivo y positivo para una mejor articulación de las cadenas de valor internacionales en las que eventualmente nuestros profesionales incursionarán.
José María Alvarado Vargas:
¿Nos puede explicar, por favor, en qué consiste su proyecto en la UNIBO?
La pasantía que estoy realizando en la UNIBO se centra en la valorización de residuos del café, enfocada en la recuperación de biocompuestos. En esta ocasión estamos trabajando con borosa de café (residuo después de realizar la bebida de café) que comúnmente es desechado. En esta investigación realizada entre el TEC y la UNIBO pretendemos poder dar una solución a este residuo, basados en la economía circular, y así dar una opción para su aprovechamiento y posibles usos.
¿Cómo ha sido su experiencia de intercambio?
Sin duda alguna es mucho mejor de lo que pude imaginar. Desde el intercambio cultural hasta los avances científicos y tecnológicos que hay disponibles en Italia. Como en todo, al inicio da un poco de miedo, todo es muy diferente y parece abrumador, pero es solo de acostumbrarse y disfrutar la oportunidad.
Lo que más agradezco de esta oportunidad es toda esa capacitación y aprendizaje que estoy teniendo, que por supuesto no puedo esperar para aplicarlos en Costa Rica.
¿Qué beneficios pueden aportar los proyectos entre el TEC y la UNIBO en el sector agroalimentario?
La cooperación entre instituciones es de suma importancia para lograr exitosos proyectos que puedan beneficiar a ambas partes. En este caso, la cooperación internacional va más allá de una institución o sector productivo, sino a los países involucrados como tales. Así es como se refleja la buena relación entre Costa Rica e Italia, trabajando en conjunto por medio de una de sus universidades más importantes.
Las oportunidades son amplias en el sector agroalimentario: desde el desarrollo/mejoramiento de productos alimenticios (incluyendo su producción primaria) hasta la valorización de los residuos agroindustriales. Para ambas partes este trabajo en conjunto aporta un aprendizaje invaluable, ya que ambas partes tenemos mucho que aprender una de otra.
Según usted, ¿cuál es el valor agregado que aportan jóvenes profesionales costarricenses en el intercambio académico con Italia?
Como futuros profesionales, este tipo de intercambios académicos es muy enriquecedor al proceso formativo que estamos teniendo. Estas experiencias nos llenan de conocimientos especializados que se pueden aplicar en Costa Rica. Sin embargo, también tenemos mucho que aportar. En el caso de Italia, sería sobre el sector primario de los productos que consumen con tanta frecuencia como lo es el café, que en Costa Rica tenemos años de experiencia desarrollándolo.
Francela Fernández Vargas:
¿Nos puede explicar, por favor, en qué consiste su proyecto en la UNIBO?
Me encuentro cursando el proyecto final de graduación para CoopeTarrazú R.L, siendo la cooperativa más grande de café en Costa Rica, la cual asocia a más 5.000 pequeños productores. Mi proyecto consiste en una propuesta de inversión para la construcción de una planta procesadora de fertilizantes de tipo órgano–mineral, a partir del subproducto de la pulpa de café. La empresa desarrolla un modelo de producción basado en la economía circular, donde se investigan e implementan alternativas para la utilización de los subproductos. Además, tiene como uno de sus objetivos brindar un producto final funcional y de calidad a los productores que son asociados de la cooperativa.
A lo largo del desarrollo de mi proyecto final de graduación, he ido aprendiendo más sobre los subproductos y la manera de implementar este modelo económico circular. Además, estudiar temas con relación al ciclo vida, economía circular y el desperdicio de los alimentos.
Mi intercambio con la UNIBO se dividió en dos actividades. Primeramente, recibí un curso de 60 horas que brinda al estudiante herramientas claves para la búsqueda de alternativas en cuanto al cero desperdicio, consumo de productos locales y proteínas alternativas, luego de eso, utilizar lo aprendido como insumo para la implementación para la producción y consumo sostenible. La segunda actividad desarrollada fue colaborar con un proyecto de ciclo de vida para conocer las emisiones que se producen y que se liberan al medio ambiente.
Además, conté con la oportunidad de participar en charlas sobre ciclo de vida y economía circular. Donde se presentaron casos sobre empresas que realizan estos estudios en café y piña.
¿Cómo ha sido su experiencia de intercambio?
Mi experiencia ha sido muy enriquecedora. Siempre había querido venir a Italia de intercambio, ya que había investigado que en aspectos académicos son muy buenos. En las áreas de formación, tienen profesionales calificados que buscan la manera de ir mejorando el sistema académico. Además, el entorno universitario en Bolonia es muy bonito, una como estudiante de intercambio se siente parte de la institución por las actividades recreativas que organizan.
¿Qué nuevas oportunidades considera que existen a nivel bilateral entre Costa Rica e Italia en su área de estudio?
Mi área de estudio está relacionada con aspectos agroindustriales. Es por esto que me interesa aspectos ambientales y de trazabilidad de los productos en especial del café. Este interés nace, ya que vengo de una familia caficultora, procesadora y exportadora de café, lo que me ha permitido conocer toda la cadena agroalimentaria de este producto. Es por esta razón, que sé el esfuerzo que realizan los caficultores y las empresas costarricenses para poder producir un café de calidad y exportarlo a los diferentes países del mundo.
Durante mi estadía en Italia he visto que sus residentes son altos consumidores de café. Es por esto que considero que existe una gran oportunidad bilateral entre Costa Rica e Italia al ofrecer al consumidor de este país europeo café de origen costarricense con información detallada de su trazabilidad, características organolépticas, tipos, variedades y diversos procesos de fermentación, que el agronegocio cafetalero de nuestro país brinda en su taza. Este es un tema muy amplio, pero considero que los italianos siempre les ha gustado conocer sobre los productos que consume ejemplificado en el caso de los quesos o vinos. El café, al igual que estos envuelve un mundo sumamente interesante y atractivo.
Otra oportunidad a nivel bilateral entre Costa Rica e Italia, es la búsqueda de contactos para que Costa Rica implemente dentro de sus producciones comerciales los conceptos y procesos que involucren los órgano–minerales. Este sistema ha sido poco estudiado en el país y es muy nuevo, sin embargo, Italia en los últimos años ha sobresalido por su manejo integral y sus ideas innovadoras para garantizar la calidad de un fertilizante de tipo órgano–mineral. Siendo una oportunidad para Costa Rica de ampliar las perspectivas en la manera que le da tratamiento a los residuos y a la vez tener diferentes opciones para no solo depender únicamente de los fertilizantes químicos.
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